Saturday, January 27, 2007

Es una tortura agradable...........

Puede ser una frase o una nota en específico, tal vez un solo de guitarra o el agudo quejido de un violín mezclado entre los demás instrumentos, pero sea como sea la música puede crear un sinnúmero de sensaciones en quien la escucha con atención. No hace falta ser un genio para dejarse atrapar por alguna melodía, simplemente basta con dejarse llevar de la mano por donde el compositor quiera llevarnos, no es fácil, incluso puede ser peligroso si en realidad logramos sumergirnos en las notas y acordes, pero una vez en los mundos creados por la música uno se da cuenta de cuánto vale la pena ser atrapado. Muchas veces ni siquiera hace falta entender el idioma en que se canta, no importa realmente comprender el sentido de las palabras dado que es el conjunto de todos los elementos lo que puede evocar los sentimientos más diversos y, sobre todo, más intensos.

El problema viene cuando las sensaciones que nos provoca la música empiezan a cobrar vida en algo tangible, cuando las evocaciones de nuestra mente comienzan a adquirir un rostro que no sabemos por qué, pero que siempre elige de manera mágica. Puede ser por alguien que apenas conocemos, por alguien que no hemos visto más de tres veces en nuestra vida, puede ser por “una rubia loca que bailaba sola hasta el amanecer” o por alguien en quien nunca creímos pensar. Es así como comienza la tortura sonora, “una tortura agradable”, pero tortura al fin y al cabo. “Incendió mi consciencia con sus demonios” y ya no es lo mismo escuchar música hasta altas horas de la noche, las notas comienzan a adquirir un rostro difícil de dejar de ver “hope it's her eyes I'm seeing through”. Tal vez es normal que la mente viaje y se pierda en sus propias divagaciones, pero se pueden potenciar fácilmente con algunas frases que se quedan dando vueltas en ella sin parar a lo largo de las horas y plantean preguntas que de otra manera no estarían por tanto tiempo ahí: “Darling you gotta let me know, should I stay or should I go?”

Finalmente creo que lo más saludable sería dejar de escuchar música que evoque ese rostro, pero no quiero hacerlo, no puedo dejar atrás los momentos en que no puedo sacar la imágen de mi mente. “She's got eyes of the bluest skies and if they thought of rain, I'd hate to look into those eyes and see an ounce of pain”

Seguiré escuhando música, dejaré que las imágenes terminen de materializarse o que desaparezcan por sí solas, sólo el tiempo dirá, “Ticking away the moments that make up a dull day (...) Waiting for someone or something to show you the way”, camino lleno de preguntas cuyas respuestas debo encontrar por mí mismo.

Tal vez hasta el momento no haya dicho nada realmente, estoy consciente de ello, pero tampoco era necesario, simplemente quise liberar algunos pensamientos de mi mente que espero se aclare pronto.

2 comments:

sigs said...

No puedo hacer una lista de todas las canciones que tienen un referente en mi, pero lo que sí sé es que under pressure siempre será la canción de viaje.

Eduardo Vera Websites said...

Muy bueno